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¿Qué hacemos entonces?

06/02/2024
Dr. Juan Amadís Socorro Ovalles
Dr. Juan Amadís Socorro Ovalles

Individualismo en las sociedades contemporáneas

    

 

Es notorio el "sigilio" y disimulo del hombre en el día de hoy por presentarse integro, leal y cortes; mientras busca resolver todos sus conflictos internos y apagar la búsqueda del poder desmedido sin tener compasión de las "fechorías" que debe de realizar para alcanzar sus objetivos, ya no existe "que los medios no justifican la finalidad", para establecer que "la finalidad justifica los medios". El hombre anda por el mundo enfermo de la mente y del alma sin saberlo, el hombre no tiene interés por el bien del otro, pero sí el propio y el de su "clan".

El diagnóstico realizado por Patrick Deneen y Axel Honneth acerca de las democracias liberales contemporáneas reflexionan sobre un profundo individualismo y una crisis institucional. El individualismo dentro de la sociedad es difícil de verlo, pero es real, el hombre aparénteme quiere vivir en sociedad, actúa como ser social, pero en su ser más profundo ansia estar solamente con él mismo y saciar una sed insaciable de hacerse de las cosas que entiende que le proveerá de felicidad y paz.

La sociedad actual presenta ciertas "patologías", por lo que es necesario una búsqueda sincera de lo que se quiere lograr en la vida y abrazar con sinceridad la filosofía de vida que humaniza y permite el desarrollo, aunque el desarrollo colectivo es difícil de obtener ya que se pretende presentar la intención de la búsqueda de ese desarrollo para beneficiar el personal.

El hombre, afirma Hobbes en el Leviatán, es una criatura con apetitos y con miedo; una criatura que desea evadir aquello que le provoca un daño físico, es más, bajo la lógica moderna, la naturaleza cobarde y egoísta del ser humano fue el motivo por el cual le cedió sus derechos al Estado, ya que los sujetos son incapaces de mantenerse en paz (Deneen, Conserving America. 77).

Vemos a un hombre frágil, temeroso, egoísta, con sentimientos de imponer sus ideas y saciar exclusivamente su "Id" y "Superego" los cuales cuando no son atendidos desencadenan a un hombre furioso con pasiones desbordantes de venganzas y enfoque de suprimir todo lo que él entiende que le es amenazante y que le puede confrontar, un hombre con pocos deseas de brindar ayudas solidarias, un hombre que promete y no cumple, un hombre que prefiere guardar silencio de frente a las injusticias sociales, un hombre que olvida sus principios y mayor aún, dice creer, pero no profesa ni practica esas normativas. Es un hombre social, es un hombre que sale del común para pisotear sus semejantes con falsa humildad y falsos servicios solidarios.